Uso responsable de la tecnología
Te compras una casa que venga domotizada, y podes saber: el agua que consumís, cuándo, desde qué dispositivo (sea ducha, los grifos de la cocina, lavaplatos…) y esto, lo que te proporciona son datos. Y los datos contienen patrones, información; y ya sabemos que la información es poder.
La tecnología es tan importante porque nos da información, mucha información, millones de gigas de información. La fórmula de la época actual es sencilla: se crea un nuevo dispositivo o funcionalidad, se difunde y se adopta automáticamente, en muchos casos sin siquiera reflexionar acerca de su necesidad o la forma más adecuada de emplearlo. Este sistema puede traer algunos problemas.
Por eso, hay que saber y ser conscientes de que la tecnología nos va a permitir ser más eficientes en nuestros planes; pudiendo focalizar nuestros esfuerzos en lo que realmente es nuestro target. Saber analizar dicha información y mover las palancas adecuadas para ir en la dirección que el mercado nos indica que quiere ir, es fundamental para seguir progresando.
No debe olvidarse que todo ha de hacerse con algún fin concreto, es decir, debemos utilizar la tecnología de manera responsable. Tenemos que utilizar una determinada aplicación para algo concreto, una tarea para alcanzar un fin. Pero lo que no podemos permitir es que nuestro mayor activo, después de la salud (el tiempo), se vaya consumiendo todos los días delante de una pantalla.
Tenemos 1.440 minutos a nuestra disposición cada día. Usemos eficientemente la tecnología cuando lo necesitemos. Por ejemplo, al salir a tomar una cerveza con los amigos: ¡la única tecnología que necesitas es tener cerveza y buena compañía!