La cultura del dato te permite muchas cosas. Primero, como usuario, el ser prudente ya que sabes de ante mano que todo lo que subas o escribas en una plataforma va a ser extraído y va a ser analizado. Tu forma particular y única de escribir es materia prima para quienes extraen los datos. Estos van a saber qué te gusta, a quiénes seguís, con qué ideas simpatizas, van a saber sobre tu personalidad e identidad pública.

Ahora bien ¿Qué pasa con los políticos?

Nos encontramos con dos estilos de político; el tradicional que se deja guiar por sus asesores y se queda con lo que cada uno refiere sumado a lo que ve cuando camina la calle. Y ubicado en un espacio de estrategia diametralmente opuesto; el político que se para en la actualidad. es aquel que no va a cerrar los ojos… va a ir a una plataforma digital, e incluso tener un sistemas de alertas que le informe constantemente si lo mencionan positivamente o negativamente, un sistema que le avisa a su teléfono e indique qué está diciendo la gente, ¿Quiénes son esas personas que me comentan o nombran? ¿Qué conceptos están apareciendo en torno a mi nombre? ¿Puedo hacer algo en torno a lo que están diciendo de mi?

El político hoy tiene opción de ver, verificar y comprobar para accionar en función de lo que sucede minuto a minuto, esto le permite estar un paso adelante. ¿Con qué estilo te quedás?